¿SABÍAS POR QUÉ EN INVIERNO DEBEMOS CUIDAR MÁS NUESTRAS DEFENSAS?

La quietud del invierno y sus días fríos son una invitación a la introspección, al descanso, la calma y el silencio. El sonido natural de la lluvia, el crujido de los árboles que mece el viento… la textura del invierno es un acompañamiento a nuestra práctica de meditación que nos ayuda a encontrar la calma.

Justo contra esta quietud se nos presentan días de ajetreo, compras, reuniones con familias y amistades etc. Por ello, en el mundo moderno está estación es un momento ideal para tomar conciencia parar y aprovechar la calma de la naturaleza para nuestro sosiego. Conectar con la naturaleza a su ritmo y con nosotros mismos.

El invierno es una de las formas que la naturaleza tiene de decirnos que hemos de aflojar un poco, desacelerar el ritmo de vida y regalarnos momentos para nosotros. Para el Ayurveda es el tiempo kapha del año, en el que hay más horas de oscuridad y temperaturas más bajas. Meditar durante esta estación ya sea al aire libre o en caso de mucho frío en interior es recordarnos que igual que la naturaleza hiberna, podemos aprender de ella y seguir sus pasos llevando a cabo la introspección, mirarnos y dejarnos fluir.


Durante esta estación también tenemos que hacer frente a los días más fríos del año, la falta de luz solar directa y en ocasiones el bajo consumo de agua mineral. Algo que puede debilitar nuestro organismo y producir un desequilibrio o una bajada de defensas que nos dejan más expuestos a resfriados, gripes, virus y bacterias. Por ello, al mismo tiempo que cuidamos nuestra salud mental y buscamos la calma, en el contexto de una vida sana también necesitamos escuchar nuestro cuerpo y brindarle el soporte o ayuda extra que necesita en ocasiones para estar bien.

Como mecanismo de defensa nuestro cuerpo ante las temperaturas frías estrecha los vasos vasculares y reduce el flujo sanguíneo hacia las extremidades, concentrando la sangre en abdomen y pecho donde se encuentran la gran mayoría de los órganos vitales. Es por esta razón por la que se nos enfrían muy a menudo manos y pies en invierno. Esta reducción del flujo sanguíneo también afecta a la producción de glóbulos blancos que son nuestras DEFENSAS que se ven disminuidas. Aunque el sistema inmunitario es bastante complejo y se ve influenciado por diversos factores físicos, hábitos de vida, alimentación, y por supuesto emocionales, hay algunas tips que debemos tener en cuenta durante el invierno para ayudar a nuestro organismo a aumentar nuestras defensas.

– Cuidarnos por dentro y desde dentro. En este aspecto tal y como hemos comentado anteriormente la meditación sosiega nuestro organismo, nos permite a través de las respiraciones profundas y técnicas como el pranayama oxigenar nuestras células, activar nuestro sistema circulatorio y aumentar nuestra producción de defensas.

– La vitamina C es otra de las protagonistas en el invierno. Son muchísimos los suplementos que la contienen para estimular nuestro sistema inmunológico. Esta vitamina ayuda a producir más células T y contribuye también a que en caso de gripes o catarros la intensidad, sintomatología y duración de los mismos sea menor.

– Otras vitaminas como la A y D contribuyen al equilibrio y bienestar de nuestro organismo. En este aspecto, la vitamina A ayuda a que los linfocitos trabajen mejor y actúa como protectora de las mucosas. La vitamina D contribuye a estimular las defensas para que trabajen a mayor rendimiento. Las tres vitaminas A, C y D actúan conjuntamente en la salud inmunitaria por lo que deben encontrarse en equilibrio.


– La salud gastrointestinal tiene muchísima implicación en nuestro sistema inmunitario. Y es que cerca del 70% de las células del sistema inmune son procesadas en el intestino. Por ello cuidar la microbiota con una adecuada alimentación y suplementos probióticos que ayudan al equilibrio del sistema digestivo impacta directamente en la salud de nuestras defensas.

– La Jalea Real también conocida como el tesoro de la colmena es sin duda otro de los protagonistas del invierno. Y es que bien es sabido que influye positivamente en nuestro organismo de diversas formas. La jalea real es el alimento de las abejas reina de la colmena, de ellas se alimentan todas durante los primeros días pero la reina se alimenta de jalea real durante toda su vida, esto es probablemente lo que hace que tenga una vida 40 veces más larga que el resto de la colonia. Su alto contenido en proteínas, lípidos, minerales y vitaminas convierten este alimento en ideal para consumo habitual pero muy especialmente para darle a nuestro organismo un extra de energía y salud en las épocas más frías.

«Si la abeja desapareciera de la faz de la tierra, el hombre sólo tendría cuatro años de vida»

Albert Einstein.

Invierno es una estación que nos invita a cuidarnos desde el interior, aunque a veces podamos verla como una estación triste y apagada, en realidad se convierte en una oportunidad para ver en la naturaleza un oasis de sabiduría, solo tenemos que imitar y seguir su ritmo. Aprovechar cada estación para nuestro propio bienestar y adaptarnos a los cambios preparando al organismo para disfrutar de cada instante con la misma intensidad.

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