Cómo la función cognitiva puede ayudarnos a estar presentes. MEDITACIÓN Y NUTRIENTES PARA ESTAR Y SER LA MEJOR VERSIÓN.

Observar y sentir. La plena consciencia tiene justamente como principio básico ese: tomar consciencia del instante presente y las sensaciones de nuestro alrededor sin juzgar lo que es bueno o no.1 Se llega a través de la concentración, permaneciendo en el momento presente, entre nosotros y nuestro entorno. Sentir nuestra respiración, las sensaciones de nuestro cuerpo, y el constante fluir de pensamientos, observar nuestro alrededor, los sonidos, aromas…sin emitir ningún juicio, solo permanecer atentos ante ellos.

Uno de los valores importantes de la toma de consciencia y la concentración es que nuestra salud cognitiva mejora y en consecuencia tal y como explica Maribel Saíz Cayuela, Licenciada en Ciencias biológicas, también se ve afectada nuestra salud a nivel social, emocional y mental2. A continuación explicamos por qué.

¿Podemos entrenar nuestro cerebro para un bienestar integral?

Una buena salud cognitiva repercute en nuestro día a día, supone mantener las funciones del cerebro en forma y poder dar lo mejor de nosotros a través de un rendimiento óptimo ante los retos diarios. Este bienestar depende de múltiples factores tanto externos como internos que van desde la alimentación y hábitos diarios hasta pautas de higiene emocional o el ambiente en el que nos encontramos, luz natural, aromas, sonidos, las horas de sueño…(Saíz Cayuela, 2019).2 Los diferentes factores variables que afectan y alteran nuestra capacidad cognitiva los podemos contrarrestar con determinados nutrientes y ejercicios como la meditación, que nos ayudan a reducir el impacto de esas interferencias que provocan fatiga emocional. Laurie Santos, profesora de psicología en la Universidad de Yale, en Estados Unidos explica cómo podemos entrenar nuestro cerebro a través de la meditación. Tal y como ella comenta, hay estudios que demuestran que solo 10 minutos de meditación reduce la activación cerebral en zonas que hacen que nuestra mente divague y nos impida concentrarnos. Además, esta práctica meditativa contribuye al equilibrio de nuestra salud emocional que tal y como hemos comentado antes, también afecta a la actividad cognitiva. Y es que estos mismos estudios demuestran que cuando dejamos a nuestra mente divagar somos más infelices ante la imposibilidad de estar presentes y disfrutar de pequeños detalles de la vida diaria.3


En este contexto, la neurociencia estudia el vínculo entre cómo la capacidad intelectual, la mejora cognitiva y de la memoria son fundamentales para mejorar habilidades psicosociales, por ejemplo, la empatía o la compasión que se estimulan en conjunto con la consciencia cognitiva.

Teniendo en cuenta todo lo anterior, también es importante destacar la habilidad de la memoria, ya que es fundamental en nuestra vida diaria tanto para nuestra relación con los demás como con nuestro entorno. La memoria está condicionada por la plasticidad neuronal, así como por factores emocionales y nutricionales. El mecanismo de la memoria es el mismo tengamos la edad que tengamos, lo que cambia es la plasticidad cerebral, es decir el funcionamiento de la red de neuronas a las que podemos estimular, puesto que cuánto más las utilizamos más se consolidan y más duran. (Nutergia, 2020)4

Nutrientes y fitoterapia para nuestra función cognitiva.

Existen una serie de micro-nutrientes que son necesarios para el buen funcionamiento de la función cerebral. En este proceso juegan un papel fundamental algunos como los ácidos grasos DHA que actúan directamente sobre la velocidad de la transmisión de los mensajes neuronales.4

Es tal la importancia de este ácido graso del grupo Omega-3 que constituye el 40% de los ácidos grasos poliinsaturados que se encuentran en el cerebro. Además, los ácidos grasos DHA contribuyen a mantener la integridad funcional de las neuronas5 y su función en este órgano es muy importante ya que no sólo es energía para los procesos de demanda intelectual, sino que forma parte de la membrana celular e interviene en procesos del área del hipocampo, una estructura del cerebro que participa en el proceso del aprendizaje, la memoria o la concentración. El Hipocampo, al ser parte del sistema límbico tiene una gran implicación en la regulación de la experiencia emocional.

En este contexto, también es importante para la salud cognitiva la FOSFATIDILSERINA, una sustancia grasa que actúa como una cubierta protectora de las células del cerebro. Tiene un papel fundamental en la transmisión de mensajes nerviosos en todo el cuerpo y entre las neuronas. Este fosfolípido está implicado en el proceso de la memoria ya que protege y estimula su mecanismo ayudando a transmitir mensajes neuronales que trasladan los recuerdos a corto plazo a las áreas del cerebro donde se almacenan los recuerdos a largo plazo. Asimismo, existen numerosos estudios que abarcan cómo la reducción de los niveles de fosfatidilserina con el paso de los años tiene que ver con la aparición de demencias o incluso el Alzhéimer, concluyendo así su función protectora frente a éstas enfermedades neurológicas.6

En el ámbito de la función cognitiva y en medio de este viaje de serenidad y consciencia interior, la medicina natural y medicinas milenarias como el ayurveda ya han realizado numerosos estudios al respecto. Entre ellos destacan los relacionados con plantas medicinales como el Ginkgo biloba o el Brahmi.

El GINKGO BILOBA es un árbol milenario también denominado el árbol de la memoria, debido a sus propiedades para mejorar la capacidad cognitiva, memoria y el rendimiento del cerebro, pues gracias a su capacidad de mejorar la circulación, provoca un mayor flujo sanguíneo y oxigenación en el cerebro. Tal y como explica Jordi Cebrían, periodista especializado en plantas medicinales y ecología en la revista CuerpoMente, el consumo del Ginkgo Biloba (hojas) puede aumentar el riego sanguíneo en el cerebro hasta un 9%, por lo que se le considera un gran aliado en la prevención de demencias vasculares o procesos degenerativos causados por un déficit vascular muy asociado a la edad, que se manifiestan en sintomatología relacionada con el empeoramiento de la memoria y la capacidad de concentración.7 Por otro lado cabe destacar además su poder antioxidante como prevención del daño oxidativo celular. Ante los buenos resultados obtenidos del Ginkgo Biloba, es interesante mencionar que existen estudios en Neurología que estudian el efecto del Ginkgo Biloba para pacientes con demencia y su uso para disminuir el riesgo de padecer Alzhéimer.

Tras las beneficiosas propiedades del Ginkgo Biloba hay maravillosas historias y leyendas, ya que se trata de un árbol sagrado en China que podemos encontrar cerca de los templos budistas. Puedes leer más sobre él en este blog.

Ginkgo Biloba: el árbol de la memoria.

En cuanto al BRAHMI (bacopa monnieri) o Bacopa, en ayurveda se traduce como “conciencia pura” Una de sus propiedades más destacadas es la capacidad de inducir a la relajación mental. El Brahmi no solo es una gran aliada para mejorar aspectos del perfil cerebral en cuanto a su capacidad de mejorar la memoria y el aprendizaje8 sino también en cuanto al ámbito psicosocial y emocional, ya que es un potente adaptógeno contribuyendo a la mejora de la respuesta de nuestro organismo frente al estrés o ansiedad, pues interactúa con los sistemas que regulan hormonas como la dopamina y la serotonina.9


Otra planta a destacar es la CENTELLA ASIÁTICA, en ayurveda llamada Gotu Kola se le considera un Medya Rasayana, es decir un rejuvenecedor mental. Tiene importantes implicaciones en la mejora de la memoria o la serenidad de nuestra mente.10 Además, también es ampliamente conocida por su contenido en saponinas y su consecuente contribución a la regeneración del colágeno por lo que es muy utilizada también en aceites de masajes ayurvédicos.

La fitoterapia es una aliada más para la mejora de nuestra salud cognitiva. Plantas medicinales como el Ginkgo Biloba, el Brahmi, o micro-nutrientes como el DHA o la fosfatidilserina tienen implicaciones directas en la salud de nuestro cerebro. Asimismo, mediante ejercicios como la meditación podemos potenciar nuestra salud cognitiva, aprendizaje y memoria Estas son habilidades que están implícitamente relacionados con la salud emocional y mental, y que tienen consecuencias directas en nuestra relación con nosotros mismos y con el resto de nuestro entorno al despertar valores sociales que nos permiten y facilitan emprender un auténtico viaje hacia nuestra serenidad interior.

Referencias bibliográficas:

1. André, Christophe. (Psiquiatra en el Hospital Santa Ana de París Y Profesor de la Universidad de París Oeste).(2013). La meditación de consciencia plena. Investigación y Ciencia.

2. Saíz Cayuela, M. (2019). Optimizar la salud cognitiva para un bienestar global. BIO ECO ACTUAL, 68.

3. Manuel Sánchez, C. (2021). «Tenemos un interruptor para acabar con la ansiedad: la respiración». XLSemanal.

4. Rendimiento intelectual, memoria, concentración. (2019). Nutergia.

5. Leyva-Rendón, A. (2011). DHA y funcionamiento cerebral: ¿Cuáles son los beneficios? Revista Mexicana de Neurociencia.

6. Kato-Kataoka, A. et Al (2010). Soybean-Derived Phosphatidylserine Improves Memory Function of the Elderly Japanese Subjects with Memory Complaints. Journal of Clinical Biochemistry and Nutrition Online.

7. Cebrián, J. (2019). Ginkgo, la gran esperanza para trastornos del envejecimiento. CuerpoMente

8. Morgan, A., Stevens, J. (2010). ¿La Bacopa monnieri mejora el rendimiento de la memoria en las personas mayores? Resultados de un ensayo aleatorizado, controlado con placebo, doble ciego. Revista de Medicina Alternativa y Complementaria. 16(7), 753-759.

9. Manasieva, V. (2018). The Health Benefits of Brahmi. Health Aid.

10. Chacón, H. (2021). Brahmi, la calma y la consciencia. Holística Formación.

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