Cómo el miedo influye sobre la respuesta del sistema inmune. APRENDE A GESTIONAR TUS RECURSOS

Nuestras emociones forman parte de nuestro día a día. Si nos preguntamos y nos paramos a pensar en cómo nos sentimos nos daremos cuenta que somos emociones en constante cambio, en especial, en la situación del contexto actual y debido a la presión sanitaria hay algunas que han estado más presentes como puede ser el miedo o la ansiedad. En las diferentes circunstancias de la vida, estando en equilibrio, es fácil saber reconocer a qué tememos, sin embargo, hay ocasiones en las que solo sentimos un miedo de forma constante sin saber o poder definir hacia qué hecho concreto se lo tenemos, o que es lo que nos produce. El miedo nos genera una cascada de sensaciones en medio de un sistema emocional muy complejo que van desde la rabia e impotencia que nos produce sentirnos así, hasta el estrés y la ansiedad que nos provoca el hecho de mantenernos en una constante situación de alerta.

El miedo y el sistema inmunológico.

La condición de nuestro estado emocional está íntimamente interconectado con el resto de nuestro organismo y sus funciones orgánicas. Repercute en ellas y una de sus consecuencias es la afectación sobre el sistema inmunitario, pues provocan el desequilibrio de nuestro cuerpo y su consecuente bajada de defensas.

Sentir miedo es un mecanismo de defensa y supervivencia normal a la experiencia humana. De hecho es una emoción que tiene un papel fundamental y vital, y es que si viviéramos sin absolutamente nada de miedo, muy probablemente lo haríamos de una forma tan temeraria que no aseguraríamos nuestra supervivencia. Sin embargo, cuando no tenemos los recursos para saber gestionar esta emoción, puede volverse en nuestra contra y repercute de forma negativa en nuestra salud ya que el cerebro activa mecanismos de sostén a través de nuestras glándulas suprarrenales, como la adrenalina o el cortisol, conocida como la hormona del estrés. Estos procesos hormonales conllevan una adaptación del organismo en donde por ejemplo se regula el nivel de azúcar en la sangre que fácilmente se ve afectado por situaciones de estrés. Otras acciones que tienen lugar son homeostasis de la presión arterial o regular el metabolismo energético con efecto sobre el organismo de manera inmediata. Tal y como refleja Sonia Machado Sánchez, psicóloga y perteneciente a la Dirección de centro IDEAT, aunque se trata de una relación compleja con implicaciones muy amplias, podemos afirmar que el aumento del cortisol y la adrenalina provocan una serie de afectaciones que van desde la oxidación, o inflamación hasta la disminución de los glóbulos blancos.

La cuestión no es sólo cómo nos sentimos, sino lo que hacemos con esta emoción. A veces tratamos de negar, evadir o huir de estas emociones incómodas tratando de enfocarnos en algo más positivo, o manteniendo nuestra mente ocupada, y aunque existe una relación entre lo que pensamos y lo que sentimos a través de nuestras emociones y al cerebro podemos modificar otra idea de manera más fácil, sin embargo el impacto que tendrá en nuestras emociones a veces no se produce. Por otro lado, aunque puede ser positivo tratar de buscar la manera de mantenernos activos y no estar constantemente pensando en estas emociones, huir de ellas constantemente no es lo mejor.

¿Entonces qué hacemos ante el miedo?

Como ya hemos comentado, la mayoría de las corrientes de psicología exponen que la huida no es una opción a largo plazo. Huir de aquello que sentimos y de lo que nos produce, solo nos aleja de nosotros mismos y magnifica el problema. Debemos aprender a reconocer nuestras emociones, darnos tiempo, saber dónde nos encontramos, qué es lo que nos está provocando este miedo incontrolable o ese desequilibrio emocional y a partir de ahí hacer los cambios que contribuyan a cambiar la situación. Un ejercicio puede ser entendiendo y expresando cómo nos sentimos con quiénes tenemos al lado, ya que así podemos ayudarnos a nosotros mismos y comprender lo que nuestro organismo intenta comunicarnos.

De esta misma forma, el hábito de la práctica de yoga, meditación y pranayama se convierten en grandes aliados para regular los niveles de la hormona del estrés en el organismo. Tanto si ya forman parte de tu rutina habitual como si no, su práctica nos ayuda a centrarnos en el momento actual, dejar atrás ese equipaje pesado que no nos permite avanzar. Es una forma de llegar a nuestra propia identidad, y desde ahí comprender cómo nos sentimos, regalarnos tiempo para escuchar nuestro cuerpo y brindarle lo que necesitamos para nuestro reequilibrio.


Zinc y vitaminas C y D: su relación con el sistema inmune

En ocasiones nuestro cuerpo necesita que le brindemos un aporte extra de nutrientes, minerales, vitaminas.. etc. Ante el estrés como ya se ha mencionado, se producen procesos que agotan los recursos de nutrientes del organismo esenciales para la función del sistema inmune. La suplementación mediante Zinc y Vitamina D, basada en varias de las últimas investigaciones a base de nutrientes naturales para reforzar la respuesta del sistema inmune y en especial en el contexto del Covid, es un gran aliado en la lucha contra bacterias y virus.

Según numerosos estudios dos de las vitaminas que juegan un papel fundamental en el sistema inmune son la vitamina C y D. De hecho, la Sociedad Española de Inmunología en la revista EFSA journal deja reflejado que considera la vitamina C como uno de los nutrientes esenciales para hacer frente a las infecciones, gracias a su contribución al normal funcionamiento del sistema inmune. Asimismo, tal y como comenta el Dr. Felipe Hernández Ramos director técnico de laboratorios Nutergia España en el boletín informativo sobre nutrición celular activa y salud, describe que estas vitaminas contribuyen a la reducción del riesgo de neumonía y afectación pulmonar producidas por gripes, virus, resfriados, bacterias... La vitamina D3 tiene receptores específicos para que algunas células de los glóbulos blancos como linfocitos y macrófagos puedan funcionar correctamente. En consecuencia, su déficit debilita el sistema inmunitario. Aunque es cierto que esta vitamina podemos sintetizar mediante una alimentación saludable y la exposición al sol, incluso en las zonas más cálidas y soleadas se ha comprobado que puede ser insuficiente, por lo que la suplementación en estos casos adquiere gran relevancia para mantener unos niveles óptimos.

En este mismo contexto, el Zinc tal y como comentan María Maares y Hajo Haase en el estudio “Zinc e inmunidad: una interrelación esencial” es un oligoelemento esencial para el funcionamiento de nuestras defensas. Su deficiencia juega un papel fundamental en la inflamación y la respuesta inmunitaria. De tal forma que provoca una maduración y activación deficiente de los linfocitos y se ve alterada la comunicación entre células a través de las citoquinas debilitando la forma en que nuestro cuerpo responde frente a infecciones.

Dime lo que piensas y te diré como funciona tu sistema inmune: Las Flores de Bach.

La naturaleza pone ante nosotros infinidad de principios activos que cooperan y contribuyen al equilibrio emocional. Sin duda la terapia floral es una ayuda para reequilibrarse a nivel emocional. En este sentido, las flores de Bach son una de las terapias naturales más utilizadas en el mundo con numerosos beneficios que contribuyen a corregir procesos emocionales estancados o que generan procesos de estrés o ansiedad. Aunque es un tema en el que se puede ahondar mucho más, podemos afirmar que están basadas en concentrados de flores para restablecer o mejorar estados de ánimo de forma que existe una flor para espacio emocional.


Te proponemos 3 remedios florales que pueden resultarte de ayuda en situaciones de miedo. Mimulus, puede ser muy útil para ayudarnos cuando podemos identificar el objeto o causa a qué tenemos miedo, los miedos de Mimulus son los normales y cotidianos miedos a la oscuridad, a hablar en público, a exámenes, a perros agresivos, o de enfermedades y dolencias. En el lado opuesto, cuando no podemos identificar qué nos está produciendo está sensación o tenemos miedos generalizados Aspen es nuestra gran aliada, la descripción que hace el Dr Bach es para temores vagos y desconocidos, para los que no se puede dar ninguna explicación, ni razón. 

Rock Rose es también conocida como la flor contra el pánico, pues es muy útil en casos de ataques de pánico y fases agudas de terror o miedo. (Soledad Manjón González, 2021). En palabras del Dr Bach es el remedio contra el terror y como tal es una de las flores incluidas en la fórmula Rescate del Dr. Bach, que añadió para usarla en emergencias. Rock Rose brinda calma y coraje para darnos fuerzas de olvidar el miedo y recobrar el valor.

Sin duda alguna, lo más importante es darnos tiempo, enfocarnos en lo positivo pero sin emprender una huida de nuestras emociones, pararnos, comprender cómo nos sentimos y actuar en consecuencia para ayudarnos a nosotros mismos. Regálate la posibilidad de que la naturaleza sea la ayuda para devolverte el equilibrio y bienestar.

Referencias bibliográficas.

Hernández Ramos, F. (2021). Cómo reforzar el Terreno Biológico con N.C.A. y mantener una adecuada homeostasis inmunitaria. Journal N.C.A. 5 Boletín informativo sobre Nutrición Celular Activa® y Salud.

Manjón González, S. (2021). Elixires Florales en tiempo de crisis. Journal N.C.A. 5 Boletín informativo sobre Nutrición Celular Activa® y Salud.

– Sonia Machado Sánchez– Psicóloga CV-10160 Dirección CENTRO IDEAT (Centro multidisciplinar de psicólogos, fisioterapeutas, logopedas y terapeutas ocupacionales)

Maares M., Haase H. Zinc e inmunidad: una interrelación esencial. Arco. Biochem. Biophys. 2016; 611 : 58–65. doi: 10.1016 / j.abb.2016.03.022. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/27021581/

– Carr AC, Maggini S. Vitamina C y función inmunológica. Nutrientes 2017; 9 : 1211. doi: 10.3390 / nu9111211 https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/29099763/

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