YOGA Y FRÍO: Una combinación que puede mejorar tu salud física y mental

En los días más fríos por naturaleza, para conservar nuestro calor corporal y buscar cobijo tendemos al recogimiento, salimos menos, y nos dejamos llevar por el letargo. Todo ello conlleva a que se produzcan algunos cambios en nuestro organismo como respuesta a los climas fríos como por ejemplo que nuestro metabolismo se ralentice, se incrementa la actividad cardiovascular, somos más propensos a problemas dermatológicos como el acné, se incrementa la producción de calor metabólico, etc. 1 En este blog te contamos por qué es mejor salir de ese estado de apatía, cómo la práctica de yoga o meditación puede ser nuestra gran aliada y algunos tips para que puedas seguir practicando de forma habitual a pesar de las bajas temperaturas.

Formamos un todo con la naturaleza y cambiamos con ella, el invierno es una invitación a reconectar con nosotr@s mism@s a través de la práctica de yoga, meditación y pranayama. La quietud del invierno nos invita a mirar en nuestro interior, entendernos y regalarnos tiempo para nosotr@s mism@s.

En primer lugar, practicar yoga ayuda a mejorar la circulación sanguínea. Cabe destacar que el sistema circulario incluye también y está estrechamente relacionado con el sistema linfático que de forma simplificada podemos decir que es un conjunto de tejidos y órganos encargados de producir y transportar la linfa y los glóbulos blancos, por lo que también contribuye a fortalecer el sistema inmunológico. 2

En segundo lugar, el yoga al aire libre en climas fríos ayuda a liberar tensiones acumuladas en el cuerpo. El frío hace que los músculos se contraigan y aumenten el riesgo de problemas muscoesqueleticos, por lo que necesitamos una ayuda extra a través del yoga para liberar tensiones acumuladas en el cuerpo.3 Para este mismo objetivo también son nuestras grandes aliadas la relajación y la meditación.

En tercer lugar, practicar yoga al aire libre en climas fríos ayuda a mejorar la concentración y la memoria. El frío tal y como ya hemos comentado ayuda a activar la circulación sanguínea en el cerebro, lo que a su vez ayuda a mejorar la concentración y la memoria. En este aspecto, destaca por ejemplo la implicación de algunas plantas medicinales como el GINKGO BILOBA en la salud cognitiva y la estimulación de la memoria. Puedes leer más en nuestro blog sobre este mágico árbol.

En cuarto lugar, practicar yoga al aire libre en climas fríos ayuda a mejorar el estado de ánimo. El frío y el ejercicio ayudan a liberar endorfinas, también conocidas como las hormonas del bienestar, lo que ayuda a mejorar el estado de ánimo. 4 Sin duda alguna, la práctica de yoga nos demuestra su potencial beneficio y aunque se puede realizar en cualquier clima, existen algunas recomendaciones a tener en cuenta durante los días de temperaturas bajas. Aquí te dejamos algunas de ellas:

Para combatir el frío, es importante vestir ropa cómoda y abrigada, como pantalones y suéteres gruesos. También se pueden usar mantas o cobijas para cubrirse durante las posturas de meditación y relajación. Algunos materiales como el algodón y la lana pueden ser grandes aliados. Un ejemplo la calidez del algodón peruano de la manta de algodón de Manduka que crea un confort y comodidad que nos envuelve. Además, es recomendable realizar ejercicios de calentamiento antes de comenzar la práctica, como estiramientos y movimientos suaves, para aumentar la circulación sanguínea y mantener el cuerpo caliente.


En conclusión, el yoga es una práctica que se puede realizar en cualquier clima y existen formas de combatir el frío durante las sesiones al aire libre o en interiores. Siguiendo algunas recomendaciones como vestir ropa abrigada, hacer ejercicios de calentamiento o practicar en un ambiente cómodo se pueden disfrutar de los innumerables beneficios a nivel físico, mental y emocional del yoga en cualquier época del año.

Bibliografía

1. Castelló, A. (1979). Acción general del frío sobre el organismo. Fisiopatología. Apunts Medicina de l» Esport (Castellano), 16(063), 137-151.

2. Pérez Serna, L. A. (2019). El sistema circulatorio humano. Enfermedades y prevención.

3. Piedrahíta, H. (2005). ¿Es la exposición al frío un factor que aumenta el riesgo de trastornos musculoesqueléticos? En Conferencia Internacional sobre Estilo de Vida, Salud y Tecnología: 01/06/2005-03/06/2005 . Luleå tekniska universitet.

4. Thorén, P., JSFPH, D., & Seals, R. (2011). Las endorfinas y el ejercicio: Mecanismos fisiológicos e implicaciones clínicas. Red: revista de entrenamiento deportivo, 25(2), 5-18.

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