Macrobiotica
Bienvenidos de nuevo a nuestro blog, donde exploramos las maravillas de la naturaleza y cómo pueden beneficiar nuestra salud y bienestar. En esta ocasión, nos adentramos en el fascinante mundo de la FADOGIA AGRESTIS, una planta africana que ha ganado notoriedad por sus posibles efectos sobre la energía, el rendimiento físico y el equilibrio hormonal, especialmente en el ámbito masculino. Si estás en búsqueda de un aliado natural para recuperar tu vitalidad, esta planta podría sorprenderte ¿Qué es la Fadogia Agrestis? La Fadogia Agrestis es un arbusto originario del oeste de África, concretamente de regiones como Nigeria y Camerún, donde forma parte de la medicina tradicional desde hace siglos. Durante generaciones, sus raíces han sido utilizadas como tónico para aumentar el deseo sexual, la fuerza física y la resistencia. En los últimos años, el interés científico por esta planta ha crecido, especialmente por sus posibles efectos sobre la producción natural de TESTOSTERONA y la mejora del rendimiento físico. ¿Por qué la Fadogia Agrestis es tan especial? La clave de su efecto está en los compuestos bioactivos presentes en su raíz, como los saponósidos esteroidales, que interactúan con los sistemas hormonales del cuerpo. Estas sustancias podrían estimular de forma natural la producción de testosterona sin afectar negativamente al equilibrio del organismo, lo que ha despertado un creciente interés en el mundo de los suplementos naturales para hombres. Es decir, que ayuda a producir testosterona sin el efecto estimulante ni efectos secundarios de otras fórmulas “El cardiólogo y neurocientífico Andrew Huberman, Ph.D., ha mencionado en su podcast que la Fadogia Agrestis es uno de los pocos suplementos naturales que recomienda para apoyar la testosterona, junto con el Tongkat Ali, como alternativa a soluciones sintéticas” ¿Cómo actúa en nuestro organismo? Cuando consumimos Fadogia Agrestis, sus principios activos parecen influir directamente sobre el eje hipotálamo-hipófisis-gónadas, favoreciendo la señalización que estimula la producción endógena de testosterona. Este proceso, que aún se sigue investigando, podría mejorar el deseo sexual, el tono muscular, la motivación y el estado de ánimo, todo de forma progresiva y natural. Propiedades y beneficios de la Fadogia Agrestis 1. ¿Te sientes sin energía o bajo de ánimo?La Fadogia Agrestis podría ayudarte a reconectar con tu fuerza interna. Estudios preliminares, como los realizados por Yakubu et al. (2005), indican que esta planta puede aumentar significativamente los niveles de testosterona en modelos animales. Este aumento puede traducirse en más energía, mejor rendimiento físico y mayor vitalidad general, especialmente en personas con desequilibrios hormonales leves o fatiga constante. 2. Una planta con historia y resistenciaEn las comunidades africanas, la Fadogia se utilizaba como tónico para la virilidad y la fuerza física, especialmente entre los hombres más activos. Su uso tradicional como afrodisíaco sugiere que su acción no solo se limita al plano físico, sino también al emocional, reforzando la confianza, el deseo y la conexión con uno mismo. 3. ¿Y qué pasa con el estrés?Aquí es donde esta planta revela otra de sus fortalezas. Algunos estudios apuntan a que su efecto regulador puede también impactar positivamente el sistema nervioso. Al favorecer un mejor equilibrio hormonal, puede contribuir a una reducción del estrés, del cansancio mental y del letargo emocional. Su acción adaptógena, unida a sus potenciales propiedades antioxidantes, la convierten en una aliada para aquellos que buscan un estado de bienestar integral y sostenido En conclusión… La Fadogia Agrestis es una planta poderosa y poco conocida, que empieza a ocupar su lugar como uno de los suplementos naturales más prometedores para hombres que desean recuperar su energía, mejorar su rendimiento físico y emocional, y mantener un equilibrio hormonal saludable. Gracias a marcas como Fairvital, hoy puedes acceder a extractos de alta calidad con 1000mg por cápsula, libres de aditivos innecesarios y formulados con todo el respeto hacia los procesos naturales del cuerpo. ¿Estás listo para descubrir el poder de la Fadogia Agrestis y reconectar con tu energía vital de forma natural y sostenible?
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Miso de Cebada 300 gr Sin Pasteurizar - Clearspring
ARTÍCULO BAJO PEDIDO
Agotado - Plazo de entrega aproximada 48/72h.
El miso (del japonés 'fuente del sabor', de "mi-" es 'sabor o condimento', y "-so" 'fuente') es una pasta aromatizante fermentada, hecha con semillas de soja y/o cereales y sal marina. Durante siglos fue considerado un alimento curativo en China y Japón.
Según la mitología japonesa, el miso fue un regalo de los dioses para garantizar al hombre salud, longevidad y felicidad. Aparece inicialmente en las zonas montañesas para combatir el frío.
Contiene enzimas que ayudan a la digestión, y suministra carbohidratos, lípidos, vitaminas, minerales y proteínas.
En la elaboración de un miso liviano o ligero, la soja es inoculada con un cultivo o fermento y se incuba durante setenta y dos horas. El cultivo preparado para producir miso se llama koji, y es una mezcla de trigo o de arroz con el fermento koji-kin (especie de hongo asociado actualmente al Aspergillus oryzae), o sino con el shoyu-koji-kin (Aspergillus sojae).
Algunos de los beneficios más importantes son
- Crea un buen nivel de energía y vitalidad.
- Mantiene una temperatura corporal estable en estaciones frías.
- Regenera y conserva la flora intestinal Nutre la piel y el cabello.
- Contiene ácido linoleico y lecitina, que ayudan a disolver el colesterol.
Variedades de Miso
A lo largo de la historia han ido apareciendo diferentes tipos de Miso según el clima, las costumbres o la disponibilidad de unos alimentos u otros.
La técnica utilizada consiste en colocar presionados los granos de soja y algún otro cereal (según el tipo de Miso) con sal marina. El tiempo de fermentación también depende del tipo de Miso aunque en general suele ser de aproximadamente dos años. Realmente hay muchos tipos de Miso pero los más conocidos en Occidente son:
Hatcho Miso está hecho sólo a base de soja siendo por ello el más proteico (20 %) Es el de sabor más fuerte y sabe más salado. Ideal cuando hace mucho frío o nos sentimos muy debilitados.
Komé Miso a base de soja y arroz blanco. Tiene un a sabor muy suave, incluso un poco dulzón. Ideal en verano. Antes era de consumo exclusivo de la aristocracia y de los samuráis.
Genmai Miso a base de soja y arroz integral. El hecho de que sea arroz integral mejora su cantidad de nutrientes pero hace más complejo el proceso de fermentación. De sabor suave y muy agradable.
Mugí Miso miso de soja con cebada. Contiene un 13% de proteínas. Es uno de los que tiene más éxito en Occidente ya que su sabor no es ni demasiado fuerte ni demasiado suave.
Beneficios del Miso
- Para la vitalidad - el miso contiene grandes cantidades de glucosa, un energetizante. En invierno, los platos con miso nos previenen del frío.
- Para un metabolismo adecuado - el miso es rico en minerales.
- Para la digestión - el miso contiene enzimas vivas. Disminuye los efectos de comidas pesadas, despeja las obstrucciones.
- Para enfermedades cardíacas - el miso contiene ácido linoléico y lecitina que disuelven el colesterol en la sangre. Evita la arterioesclerosis o la hipertesión.
- Para la belleza - el miso nutre la piel y promueve la regeneración de células. Hace brillar el cabello con vitalidad.
- El miso disminuye los efectos del consumo excesivo de alcohol, tabaco, drogas, productos químicos y radiaciones.
- Según su modo de empleo y en combinación con otros alimentos, también sirve en casos de asma, diabetes, diarreas, jaquecas y dolores de cabeza.
Propiedades del Miso
Posee un alto valor nutritivo dado su equilibrado contenido en:
Carbohidratos naturales (31%),
Proteínas (34%), (el doble que la carne o el pescado y once veces más que la leche),
Materias grasas (18%),
Aminoácidos esenciales
Minerales (calcio, fósforo, hierro, magnesio...)
Lecitina y
Vitamina B12
En la Cocina
De forma tradicional se toma especialmente como condimento en sopas, patés, legumbres y cereales. Al ser un fermento no quiere hervir a fin de no perder sus cualidades.
Normalmente se añade cuando ya hemos terminado de cocinar un plato y hemos apagado el fuego. Entonces diluimos una cucharadita pequeña por ración en un poco de esa sopa o caldo y lo volvemos a añadir a la olla. Dejamos que repose uno minutos y ya podemos servir.
Tengamos en cuenta que si ponemos Miso ya no hay que poner sal ya que ya es un condimento salado.
Al preparar la sopa, el miso se usa de forma muy parecida al cubito de caldo tradicional. Se agrega al final, una vez elaborada. Conviene disolver el miso por separado en un poco de caldo bien caliente de la mismo sopa. Añadir y cocer durante unos 5 minutos, pero prestando atención para que no vuelva a hervir. El miso conviene que sea sin pasteurizar y que se conserve en lugar fresco, fuera de la nevera, ya que el frío también destruye las enzimas.
Según la mitología japonesa, el miso fue un regalo de los dioses para garantizar al hombre salud, longevidad y felicidad. Aparece inicialmente en las zonas montañesas para combatir el frío.
Contiene enzimas que ayudan a la digestión, y suministra carbohidratos, lípidos, vitaminas, minerales y proteínas.
En la elaboración de un miso liviano o ligero, la soja es inoculada con un cultivo o fermento y se incuba durante setenta y dos horas. El cultivo preparado para producir miso se llama koji, y es una mezcla de trigo o de arroz con el fermento koji-kin (especie de hongo asociado actualmente al Aspergillus oryzae), o sino con el shoyu-koji-kin (Aspergillus sojae).
Algunos de los beneficios más importantes son
- Crea un buen nivel de energía y vitalidad.
- Mantiene una temperatura corporal estable en estaciones frías.
- Regenera y conserva la flora intestinal Nutre la piel y el cabello.
- Contiene ácido linoleico y lecitina, que ayudan a disolver el colesterol.
Variedades de Miso
A lo largo de la historia han ido apareciendo diferentes tipos de Miso según el clima, las costumbres o la disponibilidad de unos alimentos u otros.
La técnica utilizada consiste en colocar presionados los granos de soja y algún otro cereal (según el tipo de Miso) con sal marina. El tiempo de fermentación también depende del tipo de Miso aunque en general suele ser de aproximadamente dos años. Realmente hay muchos tipos de Miso pero los más conocidos en Occidente son:
Hatcho Miso está hecho sólo a base de soja siendo por ello el más proteico (20 %) Es el de sabor más fuerte y sabe más salado. Ideal cuando hace mucho frío o nos sentimos muy debilitados.
Komé Miso a base de soja y arroz blanco. Tiene un a sabor muy suave, incluso un poco dulzón. Ideal en verano. Antes era de consumo exclusivo de la aristocracia y de los samuráis.
Genmai Miso a base de soja y arroz integral. El hecho de que sea arroz integral mejora su cantidad de nutrientes pero hace más complejo el proceso de fermentación. De sabor suave y muy agradable.
Mugí Miso miso de soja con cebada. Contiene un 13% de proteínas. Es uno de los que tiene más éxito en Occidente ya que su sabor no es ni demasiado fuerte ni demasiado suave.
Beneficios del Miso
- Para la vitalidad - el miso contiene grandes cantidades de glucosa, un energetizante. En invierno, los platos con miso nos previenen del frío.
- Para un metabolismo adecuado - el miso es rico en minerales.
- Para la digestión - el miso contiene enzimas vivas. Disminuye los efectos de comidas pesadas, despeja las obstrucciones.
- Para enfermedades cardíacas - el miso contiene ácido linoléico y lecitina que disuelven el colesterol en la sangre. Evita la arterioesclerosis o la hipertesión.
- Para la belleza - el miso nutre la piel y promueve la regeneración de células. Hace brillar el cabello con vitalidad.
- El miso disminuye los efectos del consumo excesivo de alcohol, tabaco, drogas, productos químicos y radiaciones.
- Según su modo de empleo y en combinación con otros alimentos, también sirve en casos de asma, diabetes, diarreas, jaquecas y dolores de cabeza.
Propiedades del Miso
Posee un alto valor nutritivo dado su equilibrado contenido en:
Carbohidratos naturales (31%),
Proteínas (34%), (el doble que la carne o el pescado y once veces más que la leche),
Materias grasas (18%),
Aminoácidos esenciales
Minerales (calcio, fósforo, hierro, magnesio...)
Lecitina y
Vitamina B12
En la Cocina
De forma tradicional se toma especialmente como condimento en sopas, patés, legumbres y cereales. Al ser un fermento no quiere hervir a fin de no perder sus cualidades.
Normalmente se añade cuando ya hemos terminado de cocinar un plato y hemos apagado el fuego. Entonces diluimos una cucharadita pequeña por ración en un poco de esa sopa o caldo y lo volvemos a añadir a la olla. Dejamos que repose uno minutos y ya podemos servir.
Tengamos en cuenta que si ponemos Miso ya no hay que poner sal ya que ya es un condimento salado.
Al preparar la sopa, el miso se usa de forma muy parecida al cubito de caldo tradicional. Se agrega al final, una vez elaborada. Conviene disolver el miso por separado en un poco de caldo bien caliente de la mismo sopa. Añadir y cocer durante unos 5 minutos, pero prestando atención para que no vuelva a hervir. El miso conviene que sea sin pasteurizar y que se conserve en lugar fresco, fuera de la nevera, ya que el frío también destruye las enzimas.'>