YOGA PARA CONCILIAR EL SUEÑO

Con el ritmo de vida actual, muchas veces cuando llega la hora de descansar, hay algo que nos lo impide. Haber cenado demasiado tarde, malos hábitos alimenticios, estar pensando en las preocupaciones del día, no ser capaces de relajarnos, el estrés, ritmos de vida acelerados, etc. Dormir bien es imprescindible en nuestra vida, y hay que tener en cuenta, tanto la cantidad de horas adecuadas como la calidad del sueño. Pues este, nos ayuda a mantenernos sanos, pensar con claridad, tener más energía, etc. Además, estimula la secreción de hormonas que nos ayudan en nuestras defensas, metabolismo y en general, al correcto funcionamiento del organismo.

Sin duda, llevar un estilo de vida saludable, tanto a nivel físico como mental es de gran importancia para tener un descanso reparador. No obstante, la práctica de yoga, entre sus inmensas virtudes para nuestro cuerpo y mente, también nos ayuda a conciliar mejor el sueño. Entre las posturas o estiramientos de yoga que nos ayudan a dormir mejor, podemos encontrar las que se explican a continuación:

Uttanasana o Postura de pinza : Activa nuestro sistema nervioso parasimpático que es responsable de poner a dormir a nuestro organismo.

Agnistambhasana o Doble paloma: Ayuda a liberar la tensión de nuestros músculos y órganos. Con ella, comenzamos a bajar la actividad de nuestro cuerpo.

Balasana o posición del niño: Favorece la relajación profunda, y ayuda a interiorizar. Es muy restaurativa y fuente de descanso.

Supta Baddha Konasana o Postura de diosa reclinada: Hacer esta postura, respirando lenta y profundamente, es ideal para conseguir la relajación profunda. Pues relaja el abdomen y espalda.

Jathara Parivartanasana o postura del vientre en torsión: Excelente aliado contra el insomnio, porque estimula el sistema nervioso responsable de la calma. Relaja los hombros y la parte baja de la espalda de las tensiones acumuladas, mejora la digestión, y abre la respiración.


Savasana: Es ideal para finalizar la rutina de yoga que nos ayuda a dormir mejor. Pues gracias a esta postura, podemos entrar en un estado de relajación profunda.

La práctica de estas sencillas asanas, favorecen la circulación del flujo sanguíneo a través del cuerpo, y la relajación de nuestros músculos que se preparan para un sueño reparador. Pero también muy importante, es que supone una vía para conseguir despejar nuestra mente, encontrar nuestro bienestar interior. En definitiva, poder seguir soñando, y despertar a la mañana siguiente renovados y llenos de energía.

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