El Diente de León (Taraxacum Officinale)

EL DIENTE DE LEÓN – (Taraxacum Officinale)

Planta del Diente de Leon

Un libro del siglo XVI rezaba: «los magos dicen que sí una persona se frota a si misma con un diente de león será bienvenido en todas partes y obtendrá lo que desee». La astrología y la alquimia se mezclan con la fantasía y con los hechos reales cuando hablamos de esta misteriosa flor.
Existe una doctrina antigua que habla acerca de las plantas como auténticos instrumentos de curación basándose en su apariencia. Cuando se aplica esta creencia a una planta como el diente de león, debemos tener en cuenta que estamos frente a un ‘superviviente’: llega a niveles muy profundos de la tierra siendo inmune al fuego y a las madrigueras de los animales.
El color amarillo brillante de la flor corresponde al hígado, y por lo tanto, explica su uso en el tratamiento de los cálculos biliares y la ictericia. Al igual que el hígado, un órgano que ha sufrido ataques a causa de las sustancias químicas de nuestro medio ambiente, el diente de león continúa adaptándose y ayuda a su vez al organismo humano a adaptarse.

Florece: Casi todo el año, a partir de otoño.

Se cría: En lugares herbosos, en las tierras incultas, entrepanes, en los prados, etc

Composición: Las hojas contienen flavonoides, cumarinas y vitaminas B y C. En la raíz encontramos inulina, resina y un derivado triterpénico. Tanto en las hojas como en la raíz aparece un principio amargo llamado taraxacina.

Descripción botánica: Planta herbácea, perenne, sin tallo, 20 a 30 cm de altura, látex lechoso. Raíces pivotantes, gruesas y profundas. Hojas numerosas, lobuladas, sin pecíolo, dispuestas en roseta a nivel del suelo. Raíz nabiforme larga, gruesa y carnosa. Inflorescencias en capítulos solitarios en un escapo o pedúnculo hueco que nace del centro de la planta; los capítulos contienen numerosas flores amarillas, rodeadas de lígulas amarillas, pentadentadas. Infrutescencias constituidas por múltiples aristas blancas, sedosas, en forma de pelo blanco; cada uno de los cuales sostiene un pequeño fruto aquenio que vuela con el viento en forma de paracaídas. Tanto la raíz como las hojas tienen un ligero sabor amargo.

Virtudes y usos: De entre todas las virtudes achacables a esta planta, cabe destacar que es un buen estimulante del apetito, debido al principio amargo existente en la raíz y hojas. Y actúa como un excelente drenador hepato-renal. Asimismo, presenta importantes acciones coleréticas y colagogas, es decir, que estimula la secreción de bilis de la vesícula y las vías biliares. En cuanto a sus propiedades diuréticas -sin duda ciertas-, se deben principalmente a los polifenoles que contiene. Antiguamente se denominaba «herba urinaria» y su nombre actual en francés es «pisee au lit» .La raíz del diente de león, desecada y tostada convenientemente, se ha empleado durante mucho tiempo como sucedáneo del café o para adulterar éste.

– Recuperar la voz – Gárgaras y enjuague bucal con las hojas cocinadas (35 gramos por litro de agua.
– Arteriosclerosis -Se cocinan 50 gramos de raices y hojas secas en un litro de agua. Tomar dos tazas diarias.
– Para proteger el bazo – Tomar dos tazas diarias de las hojas (80 gramos por litro de agua), o comer en las ensaladas las hojas. También se preparan 200 gramos de hojas machacadas en un litro de alcohol de 300 machacadas durante 9 días. Esta tintura se envasa durante 10 días. Se echan diez gotas antes de las comidas.
– Controlar la celulitis – Coger 30 gramos de las hojas machacadas, hervir en un litro de agua y tomar.
– Curar diabetes – Coger 30 gramos de hojas machacadas, hervir en un litro de agua y tomar.
– Cura gota – Cocinar las raíces (40 gramos por litro de agua) y tomar tres tazas diarias.
– Acabar con el estreñimiento – Se cocinan raíces y hojas (30 gramos por litro de agua) para tomar una taza en ayunas y otra antes de acostarse.
– Hemorroides – Hacer baños de asiento o aplicar directamente las raíces y hojas (50 ramos por litro de agua) cocinadas.
– Para los trastornos del hígado vesícula biliar – Raíces y hojas se cocinan 20 gramos por litro de agua, se toman de dos a cinco tazas diarias, según indique el médico.
– Controla el exceso de colesterol – Tomando un vaso de raíces cocinadas (50 gramos por litro de agua) durante tres semanas seguidas.
– Para la presión arterial baja – Se toman dos tazas diarias antes de acostarse, de las hojas (40 gramos por litro de agua) cocinadas.
– Disminuir la obesidad – Se toma antes de las comidas una taza de las raíces cocinadas (40 gramos por litro de agua).
– Contra los ataques del paludismo – Tomar por lo menos tres tazas diarias de raíces y hojas (40 gramos por litro de agua) después de cocinadas durante 20 minutos y dejar reposar.
– Para cuidar el cutis – Cocinar las raíces (30 gramos por litro de agua) y dejar reposar tres horas para tomar tres tazas diarias durante tres semanas seguidas.
– Disminuir varices – La planta entera (40 gramos por litro de agua) se cocina, se deja reposar y se aplica sobando las piernas.
– Como purgante – Se toman dos tazas en ayunas de las hojas y raíces (20 gramos por litro de agua cocinadas durante 20 minutos.
– Para combatir la anemia – Licuar 8 hojas tiernas en medio pocillo de agua y se toma en ayunas por dos semanas.
– Contra la gota y la artritis – Infusión de dos cucharadas de hojas en una taza de agua. Tomar tres veces diarias durante 15 días. Se repite el tratamiento cada 4 a 6 semanas.

PRÁCTICA DE LA MEDICINA AYURVEDA

«Ayurveda» se traduce como ‘ciencia de la vida’ y se trata de un sistema tradicional hindú de curación. En la práctica de estas enseñanzas, el diente de león se usa para detener la energía en el hígado y la vesícula biliar, a la vez que contribuye a reducir los malestares de la bilis.
Según los adeptos de la ciencia de la vida, el diente de león también es beneficioso con los problemas de pecho, tumores, quistes e inflamación de las glándulas linfáticas, etc. En concreto, la hoja de esta planta se usa sobre todo para los estados agudos y la raíz para los crónicos, como forúnculos, carbunclos, gota y cáncer.
Se considera astringente, fortificante para todo el cuerpo, así como un tónico refrescante y benéfico para el tratamiento de infecciones.

ADVERTENCIA:
Su uso prolongado actúa sobre el hígado y origina un aumento de la secreción biliar y fuertes diarreas.

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